Los Estados miembros de la UE han decidido apoyar la propuesta de la Comisión Europea para negociar un "acuerdo de libre comercio amplio y profundo" con Marruecos. El desarrollo podría tener consecuencias nefastas para el comercio con el Sáhara Occidental, advierte WSRW.
El 14 de diciembre de 2011, el Parlamento Europeo votó en contra del Acuerdo de pesca UE-Marruecos. Uno de los argumento de esta decisión fue que el acuerdo pesquero viola el derecho internacional por incluir aguas del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos. Irónicamente, ese mismo día los Estados miembros de la UE aceptaron la propuesta de la Comisión del denominado "Acuerdo de Libre Comercio amplio y profundo" (en inglés, and Comprehensive Free Trade Agreement o DCFTA) con Marruecos.
A través del DCFTA, se ofrece a Marruecos una integración económica progresiva en el mercado único de la UE, con mayores oportunidades para exportar sus productos a la UE. También sería más fácil atraer a las inversiones europeas. A su vez, los Estados miembros tendrían mucho mejor acceso al mercado marroquí.
Un comunicado de prensa de la Comisión Europea dice que "el DCFTA irá más allá de la eliminación de los aranceles sólo para cubrir todos los aspectos reglamentarios relacionados con el comercio". La Comisión Europea presenta el DCFTA como una respuesta a la gestión de Marruecos de la primavera árabe mediante un proceso de reforma democrática y económica.
“El desarrollo que pretende la UE es muy preocupante, ya que podría incrementar la participación de la UE, no sólo en el comercio con Marruecos sino, también, con los territorios ocupados del Sáhara Occidental ", declaró Sara Eyckmans de Western Sahara Resource Watch.
"Es una amenaza para la apertura de grandes oportunidades para empresas de la UE, desde bancos a intereses agrícolas, en los territorios ilegalmente ocupados. Hasta el momento, no parece que se haya realizado consideración legal alguna al respecto. Como el pueblo saharaui, obviamente, no estaría de acuerdo, el acuerdo sería una violación del derecho internacional desde el minuto cero", declaró Eyckmans.
Una delgada línea El veredicto del Parlamento Europeo sobre el acuerdo de pesca UE-Marruecos, frustrante para Rabat, parecía haber frustrado los planes del DCFTA. A mediados de enero de 2012, el Comisario de la UE para la Ampliación y Política de Vecindad,
Stefan Füle, viajó a Rabat para tantear las posibilidades sobre un nuevo potencial acuerdo de pesca y sobre el DCFTA.
Sin embargo es necesario apaciguar a Rabat, algo que de alguna manera fue posible gracias a que el Parlamento Europeo aceptó el acuerdo UE-Marruecos sobre el comercio de productos agrícolas en febrero de 2012. Al igual que el acuerdo de pesca, este acuerdo agrícola también fue objeto de críticas por no especificar que no se debe aplicar al Sáhara Occidental. A través del acuerdo, las plantaciones ilegales en territorios ocupados del Sáhara Occidental podrían competir con los propios productores de la UE. Los agricultores europeos se oponen al acuerdo, ya que Marruecos es un competidor duro para ellos, pues los agricultores marroquíes no tienen que cumplir con los mismos estándares que los de la UE.
La Comisión Europea está evaluando actualmente la voluntad política de Marruecos para negociar en cada uno de los temas solicitados por los Estados miembros. El contenido del mandato de la Comisión no se ha hecho público pero se espera que, en los asuntos a discutir, se incluya una mayor liberalización del comercio en la agricultura, los servicios, la pesca y los productos manufacturados, protección de la inversión y la apertura de la contratación pública a las empresas europeas.
Dependiendo del resultado de este ejercicio de evaluación, se tomarán medidas para participar en las negociaciones oficiales, algo improbable antes de al menos 6 meses.