Varios estados miembros de la UE han hecho públicas declaraciones que indican su apoyo a la decisión del Consejo de recurrir la sentencia del Tribunal Europeo anulando el acuerdo agrícola de la UE con Marruecos. Pero ¿cuál es el motivo, realmente?
El Tribunal de Justicia de la UE decidió con fecha 10 de diciembre de 2015 anular el acuerdo agrícola entre la UE y Marruecos en lo referente a su aplicación en el Sahara Occidental – un territorio no autónomo y que está en gran parte bajo el control militar marroquí desde 1975.
A Marruecos esta sentencia no le hizo ninguna gracia.
El 25 de febrero
Marruecos declaró que abandonaba toda comunicación con la UE – una confirmación oficial de lo que la mayoría de los funcionarios de la UE habían ya observado en la práctica. Marruecos no aprecia que su “soberanía” sobre el Sahara Occidental se esté ahora poniendo en tela de juicio. El Tribunal ha declarado que Marruecos no tiene ningún mandato para administrar el Sahara Occidental. Ningún estado en el mundo reconoce la reivindicación de Marruecos sobre su vecino del sur.
Marruecos no sólo ha cerrado las líneas de comunicación, sino que está rehusando también colaborar en varios programas multimillonarios de cooperación bilateral, incluyendo maniobras de seguridad.
Como si su intransigencia con los programas anti-terroristas no fuera suficiente para poner nerviosos a los responsables de la Unión Europea, su juego agresivo en el
acuerdo de readmisión previsto por la Unión Europea, aparentemente da como resultado la parálisis. La UE tenía grandes esperanzas de firmar un acuerdo con Marruecos a través del cual la UE pudiese enviar de vuelta a su país a los marroquíes que residen ilegalmente en algún estado miembro. Aunque este asunto lleva desde el año 2000 en la lista de deseos de la UE, la necesidad de tal acuerdo se ha convertido en urgente a medida que llegan más y más quejas de diferentes estados miembros respecto al comportamiento de los inmigrantes marroquíes (p.e. Colonia).
Fuentes próximas a la Comisión han confirmado a WSRW que Marruecos ha rehusado colaborar. No aceptará de vuelta a sus propios ciudadanos. La obstinación marroquí ha inducido a varios estados miembros a actuar por su cuenta. Con éxito – aunque condicionado. El gobierno belga ha conseguido un
acuerdo muy deseado de retorno migratorio de los marroquíes, pero ahora está apoyando oficialmente la petición del Consejo contra la anulación de la aplicación en el Sahara Occidental del acuerdo agrícola entre la UE y Marruecos. El primer ministro belga Charles Michel
lo ha declarado oficialmente en Rabat. Un artículo del destacado periódico belga De Standaard del 3 de marzo llevaba por título “Es vergonzoso cómo Bélgica se está postrando ante Marruecos”
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“No se trata sólo de tomates y sardinas. Es un asunto político y geoestratégico muy importante”. Primer ministro marroquí Abdel Ilah Benkiran el 29 de febrero de 2016.
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Los medios marroquíes informan que Alemania también apoyará a Marruecos en el recurso,
como habría anunciado el Ministro del Interior germano Thomas de Maizière en Rabat el 29 de febrero de 2016. El gobierno federal alemán
anunció ese mismo día en su página web que había concluido un acuerdo de readmisión con Marruecos.
Resulta llamativo que Alemania –considerada un ejemplo en el tratamiento de la crisis de los refugiados- actúe ahora contra los intereses de personas obligadas a huir de su país a causa de Marruecos: los refugiados saharauis”, dice Axel Goldau, coordinador de WSRW para Alemania.
Suecia, el gobierno con la posición más sólida en la UE sobre el Sahara Occidental, intentó durante mucho tiempo llegar a un acuerdo con Marruecos sobre qué hacer con cientos de chicos marroquíes que, de pronto, aparecieron viviendo en las calles de las ciudades más importantes de Suecia. Suecia quería repatriarles a Marruecos, pero Marruecos no ha querido acogerles. “Los niños de la calle marroquíes se han convertido en peones en el juego del Sahara Occidental”
comenta un periodista sueco.
Un acuerdo para repatriar a cientos de chicos fue sellado por fin entre los gobiernos de Suecia y Marruecos dos días después de que Suecia anunciase su decisión de dar un giro de 180 grados en su política sobre el Sahara Occidental al no reconocer a la república del Sahara Occidental como los partidos del gobierno y el parlamento querían, y un mes después de unirse sorpresivamente a los otros estados de la UE en su recurso contra la sentencia del Tribunal europeo.
Un escenario opuesto se presenta en los Países Bajos, aunque tengan un acuerdo de readmisión en vigor. Como el gobierno holandés ha decidido poner fin al acuerdo de seguridad social con Marruecos, de 40 años de duración, a causa del todo o nada exigido por Marruecos para aplicar el acuerdo en el Sahara Occidental,
Marruecos se niega a repatriar a los marroquíes que residan ilegalmente en Holanda. En 2015, el gobierno holandés emitió 215 peticiones de expulsión a Rabat. El Ministerio redondea la cifra de las concedidas al tramo de entre 0 y cinco. Las 20 peticiones presentadas en enero de este año no obtuvieron contestación. El gobierno marroquí critica a los holandeses por su postura sobre el Sahara Occidental en sus diferencias sobre la seguridad social.
Como los EEUU están empujando al Tribunal Europeo de Justicia a que se decante por la posición marroquí, los perdedores son el pueblo del Sahara Occidental.
La mitad de ellos llevan 40 años viviendo como refugiados en el desierto de Argelia mientras Marruecos, en connivencia con la UE, explota ilegalmente los recursos del territorio ocupado.