La Comisión Europea busca la aprobación de los Estados miembros de la UE para burlar la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, mediante la negociación de un nuevo acuerdo con Marruecos que incluya el comercio en el Sáhara Occidental ocupado.
En la foto: Federica Mogherini, Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, y Salahedine Mezouar, Ministro marroquí de Asuntos Exteriores.¿Tiene que respetar la UE la legislación de la UE? Esa es, en esencia, la pregunta, ya que la Comisión Europea solicita ahora a los Estados miembros de la UE un mandato para volver a negociar un controvertido acuerdo comercial con Marruecos que incluya productos de los territorios ocupados del Sáhara Occidental. En el pasado, los productos del Sáhara Occidental se incluyeron implícitamente en ese comercio, pero esto resultó ilegal tras el
fallo del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) el 21 de diciembre de 2016.
Ahora, la Comisión quiere volver a intentarlo.
Hoy, 10 de mayo, la Comisión de Asuntos Europeos del Parlamento danés y el Gobierno danés debatieron la solicitud de la Comisión Europea. El Gobierno no presentó argumentos sobre las razones por las que Marruecos y la UE tienen derecho a negociar las condiciones de comercio con el Sáhara Occidental, que el TJUE había considerado un territorio "diferente y separado" de Marruecos. Tampoco se dieron argumentos sobre lo que Marruecos potencialmente puede contribuir en relación a la búsqueda del consentimiento del pueblo del territorio que ocupa ilegalmente.
Visto que que el debate con el Ministro danés de Desarrollo Internacional se acaloraba, se decidió posponerlo para permitir un intercambio de puntos de vista con el Ministro de Relaciones Exteriores.
Audiencias similares se están celebrando en toda Europa y los Estados miembros pronto votarán sobre el mandato para las negociaciones.
Según fuentes cercanas a la Comisión, el mandato que ésta desea obtener intenta asimilar los productos del Sáhara Occidental a los de Marruecos, evitando el derecho al consentimiento del pueblo saharaui y optando por la luz verde de las instituciones marroquíes.
No está claro de qué modo la Comisión encontraría algún fundamento jurídico para hacerlo. En las audiencias celebradas en el Tribunal de Justicia el año pasado, la Comisión declaró específicamente a la Corte que nunca se había propuesto incluir al Sáhara Occidental en el comercio entre la UE y Marruecos, que Marruecos lo había hecho unilateralmente y que sería ilegal de jure incluir al Sáhara Occidental, debido a cuestiones de derecho internacional.
Pero ahora, la Comisión da un giro a su planteamiento frente a los Estados miembros. O la Comisión ha cambiado de opinión sobre el derecho internacional desde que se pronunció en el Tribunal, o los abogados de la Comisión mintieron a la Corte. El hecho de incluir a sabiendas al Sáhara Occidental en el ámbito del acuerdo con Marruecos es diametralmente opuesto a lo que se declaró en el Tribunal.
El 21 de diciembre de 2016, el Tribunal Supremo de la UE dictaminó que ningún acuerdo comercial o de asociación con Marruecos podría aplicarse al territorio del Sáhara Occidental, ya que el Sáhara Occidental no forma parte de Marruecos. En consecuencia, la Corte señaló en el § 106 que el pueblo del Sáhara Occidental debe ser considerado como un tercero en las relaciones de la UE con Marruecos. Y para que cualquier arreglo bilateral afecte al territorio tercero del Sáhara Occidental, debe obtenerse el consentimiento expreso del pueblo del territorio.
El Gobierno sueco declaró que la
sentencia judicial estaba en consonancia con su posición histórica.
En las conversaciones sobre un nuevo mandato, se rumorea que la Comisión habría eliminado totalmente cualquier referencia al pueblo del territorio -que es el núcleo de la sentencia- y en cambio se referiría a la "población".
"Tenemos serios motivos para temer que el plan de la Comisión sea básicamente burlar la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE. Pero no hay ninguna fórmula fuera de esa decisión: el" pueblo "del Sáhara Occidental necesita dar su consentimiento, no la "población local" compuesta principalmente por colonos marroquíes", afirmó Margrete Auken, miembro danés del Parlamento Europeo (Verdes / ALE).
"No podemos asumir el riesgo de que la UE vuelva a violar los derechos del pueblo saharaui, perjudique nuestra credibilidad colectiva como bloque regional respetuoso de la ley y coloque nuestros negocios europeos en el limbo. Estamos deseando que el Gobierno danés nos dé los detalles sobre la propuesta de la Comisión y la posición de Dinamarca en el Consejo", dijo Auken.