Desde finales de 2018, dos de los tres importadores mundiales de los minerales en conflicto son neozelandeses. A mediados de diciembre, algunos ciudadanos se manifestaron en la ciudad de Dunedin.
Una organización medioambiental local de Dunedin, en Nueva Zelanda, se ha manifestado recientemente ante la llegada a puerto de un carguero cargado con roca fosfórica proveniente de los territorios ocupados del Sahara Occidental.
Al fondo de las fotos se puede ver el Triton Valk recién llegado a puerto. El importador de la carga es la compañía de fertilizantes Ravensdown.
“La ocupación es salvaje” dice Rose Murphy, portavoz de Justicia Medioambiental Ôtepoti, organizadores de la protesta. “Creo que los habitantes de Dunedin estarían horrorizados si supieran que un negocio de nuestra localidad financia semejante injusticia”.
La Sra. Murphy declara que su grupo apoya el derecho de autodeterminación de los saharauis. “Ravensdown y Ballance deberían dejar de tratar con Fosfato de Sangre en tanto los saharauis no consigan el referéndum por su independencia”.
El año pasado un barco cargado de fosfatos con destino a Nueva Zelanda fue detenido en Sudáfrica porque los tribunales determinaron que la carga había sido robada al pueblo del Sahara Occidental.
Los saharauis piden a Ravensdown LTD y a Ballance agri-nutrients que “dejen de robar su futuro”. Estas dos cooperativas neozelandesas son las dos últimas compañías que siguen importando de los territorios ocupados. Existe además una compañía india propiedad en parte de la familia real marroquí.
Todos los demás importadores anteriores han dejado de comprar de la mina en conflicto. El tráfico del mineral en 2017 queda reflejado en el informe de WSRW, P for Plunder 2017, publicado en abril de 2018.
El gobierno saharaui ha pedido a Ravensdown compensación por la mercancía que la cooperativa de fertilizantes ha comprado a Marruecos, el ocupante.
El grupo propietario del Triton Valk es Sumitomo Corp, de Japón, mientras que la gestión y explotación del barco corresponde a Triton Navigation BV de Amsterdam, Holanda.
Por undécimo año consecutivo, Western Sahara Resource Watch publica un panorama anual detallado de las empresas involucradas en la compra de fosfatos del Sáhara Occidental ocupado.
Mientras que, a nivel internacional, otras compañías han logrado encontrar fuentes alternativas al fosfato, y a pesar de una solicitud del gobierno de Nueva Zelanda de seguir la misma vía, la industria de fertilizantes de este país no parece estar dispuesta a abandonar sus importaciones del Sáhara Occidental ocupado.
La exportación de roca de fosfato desde el Sáhara Occidental ocupado nunca ha sido menor que en 2019. Esto se revela en el nuevo informe de WSRW P for Plunder (P de Pillaje), publicado hoy.
Un buque canadiense japonés que transportaba el conflictivo fosfato desde el Sáhara Occidental ocupado fue recibido ayer con una protesta flotante en Nueva Zelanda.