La parlamentaria europea a cargo del controvertido expediente del comercio del Sahara Occidental introduce a última hora un voto adicional sobre las consultas con las NNUU y los potenciales efectos del tratado sobre el proceso de paz de las Naciones Unidas.
Las cosas están al rojo vivo la víspera del voto del Parlamento Europeo sobre la propuesta de incorporar las zonas del Sahara Occidental ocupado por Marruecos al acuerdo de comercio Unión Europea - Marruecos.
El grupo liberal (presumiblemente a instancias de su líder parlamentaria para este asunto Ms Marietje Schaake) ha sugerido ahora lo que se denomina voto dividido en cuanto a un párrafo determinado del informe que se refiere a las Naciones Unidas. El voto dividido se ve como la última opción disponible para borrar partes del informe una vez que el plazo para modificaciones ya ha transcurrido.
Concretamente, Schaake sugiere que se divida la frase referente a las Naciones Unidas en dos partes, y que el Parlamento vote sobre cada una por separado.
Según está ahora, la frase del párrafo 9º dice: “Subraya que, a lo largo del proceso de consulta, la Comisión y EEAS tuvieron contactos regulares con el equipo del Enviado Personal para el Sahara Occidental del Secretario General de las Naciones Unidas, para asegurar que el acuerdo propuesto apoya los esfuerzos de las Naciones Unidas para conseguir una solución duradera”.
La sugerencia de Schaake es dividir esta frase en una parte que diga “Subraya que, a lo largo del proceso de consulta, la Comisión y EEAS tuvieron contactos regulares con el equipo del Enviado Personal para el Sahara Occidental del Secretario General de las Naciones Unidas”, y en una segunda parte que diga “para asegurar que el acuerdo propuesto apoya los esfuerzos de las Naciones Unidas para conseguir una solución duradera”.
Schaake no firmó el informe. Heredó la versión final de su predecesora Patricia Lalonde, liberal francesa qué dimitió de su cargo de ponente el 10 de diciembre de 2018 después de salir a la luz informaciones en los medios de la Unión Europea de que había sido miembro activo de un grupo de presión patrocinado por Marruecos. Lalonde está actualmente bajo investigación por su potencial violación del código de conducta del Parlamento.
Schaake demuestra ahora tener sobre el asunto un punto de vista diferente del de su predecesora. Su sugerencia de dividir el párrafo anterior a la hora de votar parece significar que no comulga con la frase según la escribió Lalonde, y que considera que la segunda parte no es correcta. Se puede interpretar por lo tanto que la líder parlamentaria del acuerdo comercial sobre el Sahara Occidental está diciendo al mundo que no cree que el acuerdo pueda en ninguna medida ayudar al proceso de paz de las NNUU.
Esa postura es consistente con la modificación que Schaake había presentado en lo que ya es su propio informe , introduciendo un párrafo que pide las correspondientes prerrogativas mercantiles a todos los saharauis -subrayando que el acuerdo viola la integridad territorial del Sahara Occidental por el hecho de crear solamente beneficios potenciales a la parte que está bajo ocupación marroquí. La gente del Sahara Occidental que vive en las zonas que no están bajo ocupación militar marroquí no recibe ningún beneficio.
Precisamente ayer, Shaake votó a favor de mantener un debate público sobre la propuesta a pesar de que fue su grupo político el que había propuesto que se descartara el debate en la agenda del Parlamento. Patricia Lalonde votó contra un debate público.
Voto conflictivo
El voto dividido no es el único elemento que apunta a la mala calidad del informe redactado por la parlamentaria Lalonde. Leer nuestro análisis sobre las engañosas y falsas manifestaciones de este informe. La cuestión que se sigue planteando es si la parlamentaria Shaake querría que figurase su firma en el informe según se lo ha encontrado.
Un número importante de miembros del Parlamento Europeo han propuesto que se someta el acuerdo al Tribunal de Justicia de la Unión Europea para un dictamen sobre su conformidad con la ley europea -conformidad que ni los propios servicios del Parlamento Europeo pueden confirmar.
Además, un grupo de parlamentarios de S&D y los Verdes/EFA han presentado una enmienda enfocada a la protección de los derechos de los consumidores para conocer el origen - Sahara Occidental o Marruecos - de los productos importados en base al acuerdo de comercio. Este mecanismo de trazabilidad es la opción preferida de la Comisión Europea aunque Marruecos se opone. Una ccontra-enmienda para omitir cualquier referencia al respeto de la legislación sobre derechos de los consumidores ha sido propuesta sin embargo por el socialista alemán Bernd Lange, la socialista española Elena Valenciano y el socialista italiano Alessia Mosca.
El caos en el Parlamento parece la culminación natural de un proceso ya de por sí incomprensible.
Tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que dice que el acuerdo preferencial UE Marruecos sólo puede ser aplicado en el Sahara Occidental previo consentimiento del pueblo saharaui, la Comisión Europea continuó negociando con Marruecos la inclusión del territorio -ignorando completamente a los saharauis. La Comisión no pudo presentar ninguna valoración del impacto ni siquiera una estadística sobre el volumen de negocio -algo impensable en cualquier otro contexto de negociaciones comerciales.
Una reunión solicitada por el representante de los saharauis reconocido por las Naciones Unidas, el Frente Polisario, para explorar una cooperación mercantil con la UE fue escamoteada para hacer creer que la Comisión había consultado al Polisario. Una carta de protesta firmada por casi 100 organizaciones de la sociedad civil saharaui recibió la misma consideración.
La Comisión acepta la negativa marroquí a un mecanismo de trazabilidad fiable que asegurase la transparencia sobre el origen verdadero de los productos importados a la Unión Europea en virtud del Tratado, a pesar de la legislación de la Unión Europea que obliga que conste esa información básica en los productos alimentarios
Los medios de la UE divulgaron que Patricia Lalonde, la entonces ponente del Parlamento Europeo, pertenecía al Consejo de un laboratorio de ideas que trabaja para Marruecos, con los fines establecidos de “poner en perspectiva la especificidad de la región del Sahara, su aspecto geopolítico estratégico y la importancia de su desarrollo sostenible en lo económico, lo social y lo ambiental”. El informe de Lalonde, que pide al Parlamento Europeo su consentimiento al acuerdo propuesto, contiene declaraciones engañosas y rotundamente falsas. A pesar de ello, el día de su dimisión –que se produjo por una investigación parlamentaria sobre su presunta violación del código de conducta del Parlamento- su informe se votaba en la Comisión parlamentaria para el Comercio Internacional. Y es este informe el que actúa como base para el voto de mañana en pleno, sin siquiera un debate público sobre el tema.
El Parlamento Europeo se ha manifestado a favor de celebrar debates en tres comisiones parlamentarias sobre la exclusión del Sáhara Occidental de los acuerdos comerciales entre la UE y Marruecos.
Se publicó una aclaración de la Comisión de la UE sobre el etiquetado de productos del Sáhara Occidental. Después se eliminó. Luego se publicó de nuevo y ahora se ha vuelto a eliminar de los sitios web de la UE.
Hace dos semanas, la Comisión de la UE anunció que los productos del Sáhara Occidental deberían etiquetarse en consecuencia, para acabar retirando esa declaración al día siguiente. Hoy, la Comisión reafirma su posición original.
El 5 de febrero de 2020, la Comisión de la UE anunció que los productos del Sáhara Occidental deberían etiquetarse consecuentemente. Pero unas 24 horas después, todos los rastros que conducían a esa declaración se habían eliminado de los sitios web de la UE.