Mientras que, a nivel internacional, otras compañías han logrado encontrar fuentes alternativas al fosfato, y a pesar de una solicitud del gobierno de Nueva Zelanda de seguir la misma vía, la industria de fertilizantes de este país no parece estar dispuesta a abandonar sus importaciones del Sáhara Occidental ocupado.
En correo electrónico a WSRW de 6 de mayo de 2020, el Ministro de Asuntos Exteriores de Nueva Zelanda, Rt. Hon. Winston Peters escribió que "el Gobierno de Nueva Zelanda siempre ha dejado claro a las empresas que importan del Sáhara Occidental que deben cumplir con el derecho internacional, buscar asesoramiento legal independiente e importar bajo su propia responsabilidad".
El Ministro continuó que "el Gobierno también ha solicitado que la industria de los fertilizantes investigue activamente la viabilidad de fuentes alternativas al fosfato, que cumplan con los requisitos específicos para las tierras de pastoreo de Nueva Zelanda. Desgraciadamente, hasta ahora no se ha encontrado una alternativa viable, pero el Gobierno mantiene la expectativa de que continúen los esfuerzos por encontrar una fuente alternativa".
El correo electrónico llegó en respuesta a una carta enviada por WSRW en marzo de este año, preguntando al gobierno de Nueva Zelanda qué medidas había tomado para poner fin a las importaciones de roca fosfórica del Sáhara Occidental ocupado a Nueva Zelanda por dos cooperativas de agricultores: Ravensdown y Ballance Agri-Nutrients. La pregunta es pertinente, sobre todo teniendo en cuenta que el gobierno es accionista en las dos cooperativas importadoras a través de LandCorp Farming Ltd, una empresa estatal dedicada a la ganadería. Además, WSRW comprobó que el gobierno de Nueva Zelanda ya había solicitado a Ballance y Ravensdown que buscaran otras fuentes alternativas al fosfato. Según lo comunicado por el Ministro de Comercio y Desarrollo de las Exportaciones del país Hon. David Parker en febrero de 2019, el Gobierno se había reunido con representantes de alto nivel de la Asociación de Fertilizantes, de Ravensdown y de Ballance en noviembre de 2018, donde "alentaron a la industria a buscar activamente fuentes alternativas al fosfato y a continuar investigando la tecnología que permitiera la importación a partir de una gama de fuentes más viables".
"Parece que Ravensdown y Ballance necesitan asesoramiento. Cuando docenas de compañías en todo el mundo han logrado encontrar otras fuentes, a veces incluso instalando nueva tecnología para acomodarlas, las cooperativas de Nueva Zelanda simplemente no parecen encontrar alternativas", dice Sara Eyckmans de WSRW. "O eso, o no se molestan en desvincularse de la explotación ilegal por Marruecos de los recursos minerales del Sáhara Occidental ocupado".
"Instamos al gobierno de Nueva Zelanda a que apoye activamente a los dos importadores, diplomática o financieramente, para que utilicen otras fuentes", dijo Eyckmans.
WSRW publicó a principios de este año su edición 2020 del Informe anual P de Pillaje, que documenta el comercio marroquí de roca fosfórica desde el Sáhara Occidental ocupado en 2019. El informe muestra que las exportaciones se habían reducido a la mitad de 2018 a 2019. Durante la última década, decenas de empresas han cesado en sus importaciones debido a la creciente presión de los inversores, preocupados por los derechos humanos. Sin embargo, Ravensdown y Ballance Agri-Nutrients persisten, y fueron responsables de no menos de un tercio de las exportaciones totales de 2019, que fueron a parar a Nueva Zelanda.
Por undécimo año consecutivo, Western Sahara Resource Watch publica un panorama anual detallado de las empresas involucradas en la compra de fosfatos del Sáhara Occidental ocupado.
Desde finales de 2018, dos de los tres importadores mundiales de los minerales en conflicto son neozelandeses. A mediados de diciembre, algunos ciudadanos se manifestaron en la ciudad de Dunedin.
La exportación de roca de fosfato desde el Sáhara Occidental ocupado nunca ha sido menor que en 2019. Esto se revela en el nuevo informe de WSRW P for Plunder (P de Pillaje), publicado hoy.
Un buque canadiense japonés que transportaba el conflictivo fosfato desde el Sáhara Occidental ocupado fue recibido ayer con una protesta flotante en Nueva Zelanda.