En noviembre, Western Sahara Resource Watch publicó impactantes imágenes del buque Adrar mientras arrojaba al mar 60 toneladas de sardinas. El motivo: eran demasiado pequeñas para la industria conservera. Al parecer, sólo este buque ha arrojado a las aguas saharauis más de 1.000 toneladas de pescado en lo que va de año.

Pero Adrar es sólo uno de los muchos barcos de la cada vez más abundante flota privada de Marruecos en aguas del Sáhara Occidental. En 2010, la Comisión Europea recibió un demoledor informe que aseguraba que su anterior acuerdo de pesca en el Sáhara Occidental no era sostenible, ya que los caladeros de pesca de la zona estaban sobreexplotados. Después, en diciembre de 2012, Marruecos firmó un acuerdo de pesca masiva con Rusia por más de 200,000 toneladas al año. Pero, además, la flota privada marroquí se ha incrementado de forma abismal, sin que esto haya trascendido a nivel internacional.

Greenpeace Internacional ha presentado hoy su informe "Exportando explotación - Cómo buques de pesca de la UE ya retirados están devastando los bancos de pesca de África Occidental y socavando los derechos de las poblaciones locales". La publicación documenta 21 buques usados por Marruecos en el Sáhara Occidental en los últimos años. De ellos, 12 han sido exportados desde Estados de la UE.

Greenpeace "exige que la UE deje de explotar los caladeros frente a la costa del Sáhara Occidental y de Marruecos hasta que se pueda garantizar que los recursos pesqueros se gestionan de manera sostenible y que la pesca tiene en cuenta los deseos y los beneficios de la población autóctona del territorio ".

Descargar aquí el informe de Greenpeace "Exportando sobrepesca", publicado hoy.

Greenpeace exige además que los Estados Miembros de la UE:

• eliminen el exceso de capacidad de pesca mediante el desguace, o la conversión a fines distintos de la pesca, de aquellos buques que tienen mayor impacto en términos de sobrepesca y destrucción del hábitat marino;
• asignen el acceso a las oportunidades de pesca de manera que beneficie a los pescadores que minimicen el impacto ambiental de la pesca y que maximicen los beneficios socio-económicos para las comunidades locales; y
• que eviten la transferencia del exceso de capacidad de pesca a otras regiones.

Leer más en la páginas web de Greenpeace.