Ayer, saharauis de los campamentos se congregaron para protestar contra Siemens, que está desarrollando para el Gobierno marroquí la infraestructura energética en el Sahara Occidental.
Cuando Marruecos invadió el Sahara Occidental en 1975, la mitad de la población huyó. Hoy, 40 años después, siguen viviendo como refugiados en la vecina Argelia.
En la tierra que abandonaron, la compañía alemana Siemens está construyendo parques eólicos para el Gobierno marroquí. El mayor es un complejo de 50 megavatios situado en Foum El Oued, cerca de la capital, El Aaiún.
“Al invertir en semejante infraestructura en las tierras ocupadas, Marruecos se sigue alejando del proceso de paz de la ONU. La participación de Siemens es muy preocupante ya que contribuye a cimentar la ocupación” dice Jalihenna Mohamed, de la Campaña Saharaui Contra el Expolio.
Su grupo trabaja en denunciar la implicación de firmas extranjeras que operan en los territorios ocupados. Siemens nunca ha dado explicaciones sobre si había pedido el consentimiento de los originarios del territorio. En la concentración de ayer, que tuvo lugar en el campo de refugiados llamado Auserd, cientos de personas acudieron andando al lugar de la protesta.
Mohamed está preocupado por que Marruecos en las conversaciones sobre el clima de COP22 pueda recibir felicitaciones infundadas de la comunidad internacional. Explica que el material que Marruecos está presentando para COP22 contiene información falsa al afirmar Marruecos que su proyecto Siemens para el Sahara Occidental está situado en Marruecos. Y no es así.
“Una gran parte de los proyectos energéticos de Marruecos no están en Marruecos sino en el Sahara Occidental. Ningún estado del mundo reconoce las pretensiones infundadas de Marruecos sobre nuestra tierra. Hacemos un llamamiento a todos los asistentes a la conferencia sobre el clima COP22 para que estén avisados en cuanto a los proyectos supuestamente marroquíes ya que, de hecho, muchos de ellos no están situados en Marruecos sino que más bien están contribuyendo al conflicto en el vecino Sahara Occidental, que está ocupado” dijo Mohamed.
Las dos empresas que operan en el proyecto de Foum El Oued son la alemana Siemens y la marroquí Nareva.
Western Sahara Resource Watch cubrió las controversias de la energía renovable en el Sahara Occidental ocupado en el informe de 2013 “La Nueva Marcha Verde”.
La compañía francesa, que afirma tener un excelente conocimiento de las normas, aparentemente no sabe en qué país apoya a las empresas.
La empresa finlandesa Wärtsilä se refiere al Sáhara Occidental como parte de Marruecos y cita las posturas de “ciertos países” para justificar sus operaciones en los territorios ocupados.
La multinacional alemana, que abastece a los proyectos energéticos marroquíes en el territorio ocupado, no interpreta bien las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
WSRW estuvo presente cuando la empresa brasileña Votorantim recibió la semana pasada un cargamento de arena procedente del Sáhara Occidental ocupado en Tenerife, España.