Western Sahara Resource Watch ha participado en el Foro Social Mundial que se hacelebrado este fin de semana en Madrid, dentro de los talleres del Sahara, ayer hoy y mañana, que a su vez se enmarcaban dentro del lema del taller "África, el continente olvidado"
Madrid acogía durante este fin de semana al Foro Social Mundial, un espacio abierto al encuentro, plural, no confesional, no gubernamental y no partidario, un espacio de intercambio de experiencias y de articulación de entidades y de movimientos sociales de Madrid.
Entre los distintos talleres celebrados en el FSM se encontraban los dedicados a África, el continente olvidado. Dentro de estos talleres estaba el del Sahara, organizado por la Plataforma de Apoyo Político al Sahara Occidental (PAPPS) y al que invitaron, entre otras organizaciones, a Western Sahara Resource Watch.
WSRW se centró en la necesidad de denunciar a las empresas que están explotando los recursos naturales del Sahara de forma ilegal e inmoral, y en la importancia de que la sociedad civil y los movimientos alternativos se movilicen para frenar este expolio a todos los niveles, tanto en simples acciones como no comprar productos de empresas que explotan los recursos del Sahara, o con la denuncia ante sus gobiernos de los acuerdos de sus países o de la UE con Marruecos, que no excluyen explícitamente el territorio ocupado del Sahara Occidental.
WSRW invitó a los asistentes a firmar la campaña contra el acuerdo de pesca de la UE con Marruecos, con el fin de hacer llegar a las instituciones europeas el más absoluto rechazo de la sociedad al incumplimiento de la legalidad internacional.
Ocho relatores de la ONU instan a Marruecos a detener el derribo de propiedades saharauis mientras el Reino expande proyectos de energía verde en el Sáhara Occidental ocupado.
Los enormes puertos que Marruecos está construyendo en el Sáhara Occidental ocupado se construyen con cemento de la multinacional alemana.
Allianz felicitó al pueblo marroquí por lo que fue una de las más graves violaciones del derecho internacional desde la Segunda Guerra Mundial.
Las empresas construirán 1.200 MW de capacidad de energía eólica en el Sáhara Occidental ocupado y una línea de transmisión de 1.400 km para transportar la electricidad hasta Marruecos, ayudando así al reino norteafricano en su flagrante violación del derecho internacional y de los derechos saharauis.