Coop, una de las cadenas de supermercados más grandes de Suiza, ha anunciado que dejará de vender tomates del Sáhara Occidental a partir de 2017.
Ramon Gander, portavoz de Coop, declaró a los medios suizos que la cadena de supermercados dejará de comprar tomates del Sáhara Occidental por razones medioambientales: la producción de tomates en el Sáhara Occidental agota los acuíferos fósiles, las reservas de aguas subterráneas no renovables en la zona del desierto. En consecuencia, Coop importará sus tomates cherry de España y del norte de Marruecos a partir de 2017.
La declaración fue realizada a los medios nacionales de Suiza en el programa de consumo Kassenturz, en el horario de máxima audiencia. El programa se puede ver
aquí (en alemán).
La razón de Coop para poner fin a esta importación se diferencia de
Coop Suecia y Coop Noruega, que dejaron de vender tomates del Sáhara Occidental en 2009 por razones jurídicas.
Según se informa, otros dos minoristas suizos, Migros y Denner, también están revisando sus prácticas.
Martina Bosshard, portavoz de Migros, dijo que están revisando la situación, pero que no van a boicotear los productos procedentes del Sáhara Occidental. Las importaciones de melón de temporada cultivados en el Sáhara Occidental seguirán adelante. Bosshard declaró que Migros se toma en serio las críticas. El origen de los productos etiquetados como procedentes de Marruecos se revisa de manera regular. Si finalmente estos productos proceden del Sáhara Occidental, Migros lo dejará a elección de los consumidores mediante la indicación del origen real de los productos en las etiquetas de las tiendas.
Denner ofrece tomates en rama y melones del Sáhara Occidental durante cortos períodos, según su portavoz Thomas Kaderli. Afirma que no es posible cambiar las etiquetas porque los productos no provienen de un Estado reconocido.
A pesar de que su enfoque sobre los productos procedentes del Sáhara Occidental es diferente, Coop, Migros y Denner comparten la misma política en cuanto a los productos procedentes de los asentamientos israelíes en Palestina. Los tres indican el controvertido origen en las etiquetas de sus tiendas, aclarando que los productos provienen de asentamiento israelíes.
WSRW ha investigado las exportaciones de tomate del Sáhara Occidental durante años. En 2012 publicó el informe
“Etiquetado y Responsabilidad”, que documenta cómo los productos agrícolas del Sáhara Occidental acaban en los supermercados europeos, etiquetados como procedentes de Marruecos.
En diciembre de 2015, el
Tribunal de Justicia de la Unión Europea anuló el Tratado de Libre Comercio entre la UE y Marruecos, que abarca los productos agrícolas, ya que en él se incluía al Sáhara Occidental.
Desde su invasión en 1975, Marruecos ocupa una gran parte del Sáhara Occidental. Las Naciones Unidas lo consideran como Territorio No Autónomo, y no han otorgado a Marruecos ningún mandato para administrarlo. El pueblo originario saharaui tiene el derecho universalmente aceptado a la autodeterminación, el derecho a decidir el futuro estatus de su tierra. En consecuencia, Marruecos no puede emprender actividades económicas en el territorio sin el consentimiento expreso, libre y previo de los saharauis. Pero Marruecos hace precisamente todo lo contrario: sin permitir que se lleve a cabo el referéndum, sigue vendiendo los recursos del Sáhara Occidental como si fueran suyos. Y sin embargo, no lo son.