El coste económico y la cuestión del Sáhara Occidental son los dos escollos que están dificultando el avance de las negociaciones del acuerdo de pesca entre Bruselas y Rabat.
Foto: la Comisaira de Asuntos Marítimos y Pesca de la UE, Maria Damanaki, y el Ministro de Pesca Irlandés Simon Coveney, en una rueda de prensa tras la reunión del Consejo. Irlanda preside actualmente el Consejo de la Unión.Las negociaciones de pesca UE-Marruecos fueron el primer punto de la agenda del Consejo Europeo de ayer. A puerta cerrada, la Comisaria Damanaki informó a los Estados Miembros de la UE de la situación de las negociaciones bilaterales.
Si bien las cuestiones técnicas parecen haberse resuelto, la Comisaria indicó quehay dos asuntos aún pendientes: el capítulo financiero y el Sáhara Occidental.
Mientras que la Unión Europea parece dispuesta a pagar entre 25 y 28 millones de Euros a cambio de los derechos de pesca, Marruecos está solicitando por lo menos 38 millones de Euro,
según Europapress.
Rabat también parece mostrarse reacio a aceptar ls exigencias de la Comisión Europea de entregar información detallada sobre el uso de los fondos recibidos a través del acuerdo de pesca y sobre la insistencia de la UE en el respeto de los derechos humanos en el Sáhara Occidental.
En una carta enviada hace 10 días a la Comisaria Damanaki, WSRW indicó la necesidadi de incluir un componente de derechos humanos como elemento base en las negociaciones, dada "la situación actual, en la que el Parlamento Europeo denuncia las violaciónes de los derechos humanos en el Sáhara Occidental y en la que representantes del pueblo saharauique intentan expresarse libremente están siendo sentenciados incluso a cadena perpetua".
Los Estados Miembros están divididos sobre el asunto. Mientras que España y Francia quieren llegar a un acuerdo tan pronto como sea posible, otros, como Polonia y Portuga, con intereses similares en la obtención de cuotas de pesca, se muestran contrarios a cerrar el acuerdo pasando por alto el factor de los derechos humanos.
Los países escandinavos, el Reino Unido y los Países Bajos hacen hincapié en la importancia de una cláusula de derechos humanos y de la realización de informes acreditativos de la situación.
Ha pasado más de un año desde que el Parlamento Europeo rechazó el anterior acuerdo UE-Marruecos, queplanteaba serias dudaba sobre su viabilidad económica, su sostenibilidad y la legalidad de incluir el Sáhara Occidental.
Aún no ha sido fijado una fecha para la sexta ronda de conversaciones entre Marruecos y la Comisión Europea.