Tres meses después de que la compañía francesa Engie condenara la invasión rusa de Ucrania, la empresa firma acuerdos para comenzar a construir un gran proyecto de agua en el Sáhara Occidental, en asociación con el Gobierno del ocupante ilegal Marruecos.
El cultivo de frutas y verduras en el desierto destruye los depósitos de agua no renovable y da empleo a miles de colonos del vecino país Marruecos.
WSRW pide la publicación de dictámenes jurídicos confidenciales y del estudio de Global Diligence.
Durante unos días, ENGIE publicó en su sitio web pistas sobre a quién había "consultado" realmente cuando hacía negocios en el Sáhara Occidental ocupado.