Western Sahara Resource Watch (WSRW) ha pedido a ThyssenKrupp en su Junta General Anual de 5 de febrero de 2021 y en cartas posteriores que aclare y explique su participación anterior y futura en el Sáhara Occidental.

Si bien informa sobre actividades pasadas en el territorio, ThyssenKrupp no responde si renunciará, como política de empresa, a volver a involucrarse. La última carta de WSRW, de 7 de marzo de 2021, no ha sido respondida a día de hoy. El enfoque de la empresa parece ser el de que "en ese tiempo en la UE no había ni embargos ni otras restricciones a la exportación para realizar entregas en la región del Sáhara Occidental, y todavía no los hay".

“Es preocupante que una empresa que pretende tomarse muy en serio su responsabilidad en materia de derechos humanos, no se distancie formalmente de emprender actividades comerciales en un territorio que está sujeto a una ocupación ilegal y donde la potencia ocupante aplasta cualquier llamamiento a la autodeterminación con graves violaciones de los derechos humanos”, dice Tim Sauer de WSRW.

“Hace apenas dos semanas, Freedom House publicó su informe anual de 2021 sobre el estado de los derechos civiles y políticos en el mundo, clasificando al Sáhara Occidental junto a Siria y Corea del Norte. Debería ser fácil para una empresa afirmar que no participará en dicho territorio hasta que la situación se haya resuelto de conformidad con el derecho internacional. Pedimos a ThyssenKrupp que lo haga", afirmó Sauer.

ThyssenKrupp actualmente no está llevando a cabo ningún proyecto en la última colonia de África y afirma que no tiene programado ninguno. Pero la empresa ha estado antes relacionada con varios proyectos en los territorios ocupados.

En 2016, ThyssenKrupp se hizo cargo de un contrato para la construcción de la fábrica de cemento CIMSUD / HeidelbergCement en El Aaiún, capital del Sáhara Occidental ocupado. Hoy, ThyssenKrupp pasa toda la responsabilidad del proyecto a su cliente privado (Groupe Anouar Invest). ThyssenKrupp sí explicó en su Junta General de Accionistas que había diseñado y suministrado un molino de cemento y una planta de envasado, encargados en 2019, pero agregó que “la construcción de la planta era responsabilidad del cliente”.

En 2019, los servicios de investigación del Bundestag alemán concluyeron que Marruecos está llevando a cabo una política de asentamientos en el Sáhara Occidental, que corrobora la violación de la Convención de Ginebra y, como tal, es un crimen de guerra. El trabajo de construcción es un elemento crucial de dicha política de asentamientos. Cuando se le preguntó a este respecto, ThyssenKrupp respondió que "este también es un asunto que concierne al propietario de la planta".

La empresa también ha suministrado a la mina de fosfatos de Bou Craa, en los territorios ocupados, que está siendo explotada ilegalmente por la empresa nacional de fosfatos de Marruecos, OCP. Como se comunicó a WSRW el 22 de febrero de 2021, “ThyssenKrupp Mining Technologies ha renovado tres apiladores y dos recuperadores en el depósito de fosfatos de la planta de Bou Craa, lo que implicó una inspección y la ingeniería, suministro y construcción de componentes para ser reemplazados con el fin de extender la vida útil de las máquinas". La compañía agregó que no hay más actividades ni proyectos en curso con respecto a la instalación de Bou Craa.

Lea la transcripción de WSRW (traducida al inglés) de las respuestas dadas por la Junta Ejecutiva de ThyssenKrupp en la Junta General de la empresa de 5 de febrero de 2021, a las preguntas de Dachverband der kritischen Aktionärinnen und Aktionäre en relación con la participación de la empresa en el Sáhara Occidental.